viernes, 1 de julio de 2011

73 – OTRA VEZ EL FIN DEL MUNDO.


Mientras tomo café me entero de que una vez más el mundo está a punto de acabar. Esta vez el veintiuno de Mayo y será a consecuencia de un gigantesco terremoto que se llevará a los verdaderos creyentes al cielo dejando atrás al resto que perecerá en el caos y la destrucción que envolverá al mundo en los siguientes meses.

El presentador de la cadena de radios evangélicas que cuenta con sesenta y seis emisoras emitiendo en más de treinta idiomas a través del mundo y que ha anunciado en más de dos mil carteles la inminente llegada del Apocalipsis ha declarado que saben sin sombra de duda que va a ocurrir en la fecha establecida y que debemos de estar atentos a la radio y la televisión para seguir este momento histórico.

Para los que encuentran consuelo en estas predicciones porque piensan que el mundo es un lugar maldito y sin remedio, el levantarse la mañana del día veintidós y comprobar que todo sigue igual ha tenido que ser una decepción. Aunque les queda el consuelo de concentrarse en Diciembre de dos mil doce, fin del calendario Maya, fecha que, sin lugar a dudas, da pie para augurar las mayores catástrofes y por supuesto el fin del mundo.

Estuve atento a lo que tuviera que decir el presentador evangélico en la televisión al no hacerse realidad las predicciones anunciadas a bombo y platillo. El hombre no se inmutó, habló de sus cálculos y fijó otra fecha para dentro de pocos meses que será la definitiva. Esta vez sí que si.

En las diferentes ramas del mundo cristiano y sobre todo en aquellas que se apoyan mayoritariamente en la Biblia gusta mucho esto de la destrucción final y el día del juicio. Es muy corriente ver por el centro de las ciudades a personas levantando carteles y avisos de que el último día está próximo, que el fin se acerca.

Pero para bien o para mal a los humanos las cosas se nos olvidan enseguida. No hace tanto tiempo del cambio de siglo. La llegada del año dos mil puso al mundo en alerta máxima debido a un problema de programación de los ordenadores. Bill Gates se convirtió en el anticristo. Alguien propagó que trece ángeles con videos en el pecho mostraban cintas del día del juicio final.

La CIA en esos días parece que se apoderó de unos alienígenas que efectuaron un aterrizaje forzoso en New México y que declararon que el Creador estaba furioso y que iba de galaxia en galaxia incendiando los planetas y haciéndolos explotar. La tierra estaba predestinada.

Casi nada, o nada de lo que se predice tiene el menor atisbo positivo o alegre, para un futuro próximo se piensa que habrá una guerra mundial con los árabes y será inevitable toparnos con Armagedón, el Papa será secuestrado por terroristas, Irán e Irak atacarán Europa y el Vaticano será tomado por los musulmanes. Todo esto al tiempo que, debido al calentamiento de los polos, gran parte de las ciudades del mundo quedarán sumergidas compitiendo en turismo con Venecia. Y habrá castigos de cárcel e incluso pena de muerte para aquellos que se obstinen en leer libros aunque sean virtuales.

El noventa por ciento de la población mundial desaparecerá por inundaciones, fuegos bíblicos, volcanes, terremotos, contaminación, destrucción de la capa de ozono, hambre, superpoblación del planeta, fusión nuclear y guerra nuclear.

Bueno, pues me tomo otro café antes de que se acabe. El café y el mundo.

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