sábado, 18 de febrero de 2012

97 .- BILOCACIÓN Y OTRAS TAUMATURGIAS .- III



En la silla al lado de Francisco Javier se materializa la bilocación y Sor María de Jesús de Agreda aparece de cuerpo entero con un libro en las manos y aparentemente sin prestar atención a ninguno de los presentes.

—¡Total! Mal negocio. Creo que he contestado a su pregunta...

—Gracias, muchas gracias ¿Pero porqué esto del carnet del jubilado, la asociación...?

—Control ¿Qué le dice la palabra control?

— ¿CIA?

—Premio.

Sor María con las manos sobre el libro nos mira, mira alrededor y vuelve a mirarnos sonriendo sin decir nada, luego abre el libro y parece concentrarse ajena al murmullo que va creciendo a nuestro alrededor. Las mesas, en efecto, están ahora ocupadas por diferentes personas, algunas, como yo, de aspecto anónimo, otras destacan por sus ropas, uniformes, enseñas o colores. Francisco Javier me señala algunas.

—¿Ves aquél sacerdote de negro con birrete junto al que lleva el hábito de franciscano?

—Si, si—contesto—.

—Pues son nada menos que Don Bosco y San Antonio de Padua. Y ese otro que habla tan animadamente con Capitán América y Miss Patriot es San Pío de Pietrelcina—.

—Pero, por lo que veo, aquí se confunden santos de la iglesia católica con personajes ficticios...

—Así es, yo te hablo un poco de lo que conozco, de muchos no sé nada. Pero de lo que no cabe la menor duda es de que la iglesia es una mina de oro en cuanto a fuerzas desconocidas o poco estudiadas, levitaciones, bilocaciones, presencias, transmutaciones, milagros en general...y dos cosas son ciertas, una que todos los que estamos en esta sala estamos jubilados o mucho más allá de la jubilación y otra que cada uno, de una u otra forma tiene o ha conseguido algún poder especial a lo largo de su vida que le hace diferente al resto de los humanos.

—Mira—me dice Superman bajando la voz— hazme caso, esto es cosa de la CIA. Los que aún no están jubilados no son problema, están perfectamente controlados por ordenadores y toda esa quincalla moderna, pero nosotros, los que hemos ido por libre en una época en la que la información se realizaba escribiendo notas en una libreta, lenta y poco manejable andamos desperdigados por el mundo guardando secretos que la CIA quiere controlar y desarrollar. Hincar el diente.

—¡Caramba!—Digo yo con la boca abierta—.

—Para eso han creado la AMJBOT —me intima Francisco Javier—Esa gente está interesada por todo lo que represente conocimiento o poder y la bilocación es una de las cosas en la que tienen mayor empeño.

—Y no es de ahora sino de hace ya muchos años—afirma Supermán—Lo sé de buena tinta— en los años cincuenta se experimentó con todo lo habido y por haber, una de las cosas en las que se puso más empeño y dinero fue en la levitación y por supuesto en las bilocaciones. Todas las posibilidades estaban abiertas y el haber sido los vencedores en la guerra les confería un optimismo casi infinito capaz de romper cualquier barrera. Todo era posible. Todo cuestionable.

Varios camareros van distribuyendo por las mesas jarras de café y chocolate, pastas y bollos, bandejas de diversos embutidos. El salón está ahora muy animado y Marvel cuenta a Superman que algunos de sus amigos trabajan en el metaverse como avatares, donde de nuevo les ha llegado la fama entre las generaciones jóvenes. Superman le contesta que está muy viejo para eso y que hasta el traje le queda estrecho, y se inclina a coger con los dedos un canapé de salmón ahumado. Sobre un pequeño escenario en una esquina del salón un cantante con un traje de lentejuelas y sombrero de copa se biloca envuelto en una cortina de humo de colores duplicándose al otro extremo arropado por un cerrado aplauso. En realidad es su hermano gemelo que saluda con una amplia sonrisa y corre a reunirse con él iniciando una serie de alegres canciones de los años cincuenta mientras los miembros de la AMJBOT charlan, comen y beben alegremente elevando el nivel de decibelios a un grado insufrible.

1 comentario:

  1. De veras quedamos ya pocos incontrolados. La libreta ha pasado a la historia y ni siquiera tienen prisa por hacerse con nosotros. La Naturaleza colabora también con ellos y poco a poco irá haciéndoles la criba.

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